Durante el embarazo, suceden numerosos cambios hormonales junto a necesidades nutricionales diferentes, hacen que la alimentación tenga una gran importancia durante esta etapa de la vida. Por ello, el estado nutricional de la mujer en el momento del embarazo y durante toda la gestación puede afectar al desarrollo fetal, salud de la madre, parto, postparto y lactancia.
Llevar una alimentación variada, equilibrada y completa es fundamental antes y durante el embarazo para cubrir las necesidades nutricionales de la madre y del feto evitando posibles complicaciones en ambos, preparar el organismo de la madre para el parto y asegurar el aporte de energía en forma de grasa necesario para la etapa posterior de lactancia.
Los requerimientos calóricos totales están aumentados a partir del segundo trimestre pero debemos tener en cuenta las necesidades en algunos macro y micro nutrientes durante todo el embarazo.
Se debe prestar especial atención a algunos micronutrientes que, por sus características, la baja ingesta habitual y/o las necesidades aumentadas durante el proceso reproductivo, pueden ser críticos para la salud de la madre y del feto. Son minerales como el hierro, calcio, yodo y zinc; y vitaminas como el ácido fólico (B9), A, C, D y otras del grupo B (B6 Y B12).
¿Cómo podemos aportar estos nutrientes a través de la dieta?
El ácido fólico está presente en alimentos de origen vegetal como verduras de hoja verde, legumbres, frutos secos y cereales integrales. El aporte de hierro puede asegurarse a través de moluscos, legumbres, huevos, carnes y pescados azules. Se debe incluir en la misma toma un alimento rico en vitamina C para favorecer la absorción del hierro no hemo.
El aporte de yodo a través de los alimentos que provienen del mar, pescado/marisco o bien usar como aderezo sal yodada. El calcio a través de la dieta se obtiene a partir de quesos, frutos secos, semillas, yogur entero, legumbres, tofu, sardinas, huevo y algunas verduras. En cuanto, a la vitamina A se encuentra en frutas y hortalizas de color amarillo anaranjado, yema de huevo y lácteos. La vitamina C en frutas especialmente las cítricas, algunas hortalizas como el pimiento, brócoli o tomate.
A pesar de llevar una alimentación equilibrada es fundamental asegurar el aporte de ácido fólico y yodo a través de suplementos durante la gestación, en algunos casos también es necesario suplementar el hierro.
Llevar una alimentación adecuada es fundamental a la hora de tener un buen embarazo, prevenir riesgos asociados y que el feto se desarrolle bien. La alimentación debe estar adaptada a las necesidades individuales de cada madre, el dietista-nutricionista es clave para ayudar durante esta etapa de la vida.
Espero que esta información os pueda ser de ayuda, si aún te quedan dudas o sufres alguna alteración/necesidad diferente durante esta etapa vital, puedo ayudarte a adaptar tu alimentación en consulta.
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